"Tiende la mano al pobre, y con ella sostiene al necesitado"
Estas son épocas que se están caracterizando por dificultades en todo el mundo, una de ellas, quizá la que desencadena a muchas otras es la necesidad económica.
Es muy común que escuchemos las constantes "peripecias" que se deben realizar para poder administrar nuestros bienes y hacer rendir nuestro dinero.
Lo anterior, es sin duda un fenómeno que está cobrando fuerza y que nos está afectando de una forma o de otra a todas nosotras, sin embargo, quiénes tenemos a Dios como nuestro Padre, sabemos que en medio de estas circunstancias EL ES NUESTRO PASTOR Y NADA NOS FALTARÁ.
Cerca de nosotros seguramente hay muchas personas que están experimentando los embates de la mala racha económica, por eso tu y yo, como mujeres de Dios debemos gozarnos al compartir lo poco o mucho de lo que tenemos con aquellos que están experimentando necesidad.
Te animo a que mires a tu alrededor, ser compartidos siempre es muy gratificante, podemos hacerlo en cualquier momento, no se trata de dar lo que nos sobre, sino de ayudar con lo que nosotros aún disfrutamos.
Debemos recordar también que muchas de las necesidades no siempre son económicas, también las hay emocionales y espirituales, un abrazo, una sonrisa, unas palabras de aliento y una oración siempre serán un bálsamo a las almas debilitadas
Dios nos habla de los beneficios que se adquieren al compartir, de hecho son bienaventuranzas garantizada para cada una de nosotras.
El día de hoy te animo a ayudar a las personas que te rodean y disfrutar las gratas vivencias y las amistades que se consolidan con este tipo de experiencias.
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